NO HACER NADA. Conversaciones improductivas en el paraíso
Este es un proyecto de experimentación a caballo entre la botánica y las artes vivas, un diálogo entre Ventura Garriga y Mariona Naudin con la colaboración de Odil Bright, que tiene como objetivo transitar precisamente este encuentro entre dos mundos que normalmente encontramos aislados el uno del otro y que se desarrolla entre Graner y el Jardín Botánico de Barcelona en junio-julio, con una apertura el 16 de juliol. Su título, No hacer nada, responde a una pregunta que hace tiempo que nos da vueltas por la cabeza de formas diversas.
Ventura Garriga lleva años intentando entender si es posible no hacer nada; Mariona Naudin no ha parado de producir piezas escénicas desde 2012 y hace tiempo que se pregunta si tiene mucho sentido seguir obedeciendo a los ritmos trepidantes del mercado cultural. Para abordar esta cuestión nos ubicamos en el Antiguo Jardín Botánico para sumergirnos en el mundo de las plantas y para poner en crisis la noción de tiempo y productividad.
La intención es generar preguntas, circuitos de pensamiento genuinos que surjan del encuentro entre nosotros en este espacio específico. No tenemos un objetivo más allá de la experimentación y la observación y de entender dónde nos llevarán estas circunstancias.
“Una semilla sabe esperar. La mayoría de las semillas esperan un año antes de empezar a crecer; una semilla de cereza puede llegar a esperar hasta cien años sin ninguna dificultad. ¿Y a qué esperan exactamente? (…) Cuando un equipo de científicos rompió la cubierta de una semilla de loto sagrado (Nelumbo nucifera) se encontró con que allí dentro estaba alojado el embrión en su proceso de crecimiento, pero ellos se quedaron solamente con la cáscara. Una vez sometida a prueba de radiocarbono, resultó que la plántula alojada en su interior llevaba dos mil años esperando en una turbera de China. Aquella semillita había mantenido tercamente la esperanza en su propio futuro mientras las civilizaciones humanas aparecían y desaparecían.” La memoria secreta de las hojas (Hope Jahren).
Odil Bright es una artista de Barcelona. Estudió el Master de Composición de Bandas Sonoras y Música para Medios Audiovisuales de la ESMUC. Durante una época fue pianista en un hotel de la Via Laietana y fue guitarrista de una banda de riot grrrls que tocó en el Primavera Sound. Ha compuesto música para cine, teatro y publicidad, y ha trabajado para empresas e instituciones como el FC Barcelona, Apple o el Teatre Lliure. Ha hecho la banda sonora del documental Me llamo Violeta (Premio del Público en el DocsBarcelona 2019). Actualmente está investigando las posibilidades de la creación musical en el ámbito de la programación multimedia.
Ventura Garriga es una persona inquieta a la que le gusta no hacer nada. Jardinero de oficio, trabaja actualmente en las oficinas de Parques y Jardines de Barcelona. Le gusta la música, la danza y las plantas. Introducido, ya de adulto, en el mundo de la danza y la performance. Ha participado en espectáculos de artistas como Sonia Gómez o Jerôme Bel. Estuvo trabajando con Yujiro Sagami en la pieza efímera Living / Dead / Garden que creó el artista japonés Yujiro Sagami durante su residencia en el Graner.
Mariona Naudin trabaja en el ámbito de las Artes Vivas pero le interesan muchas otras cosas como la antropología, la etimología, los idiomas o el activismo. Actualmente es artista asociada al Graner donde ha estado trabajando de forma intermitente desde 2016. Es cofundadora e intérprete de las compañías Mos Maiorum y Las Detectives, ambas barcelonesas. Actualmente se encuentra en estado artístico semi-vegetativo y le interesa saber más sobre la vida no-humana y vegetal que la rodea después de haberse pasado demasiado tiempo intentando entender el homo sapiens sapiens.
Una colaboración entre el Jardín Botánico – Museo de ciencias naturales de Barcelona y el Graner.
Residencia artística en el Jardín Botánico junio-julio 2020
Apertura: 16 de julio (pronto los detalles)